jueves, 14 de octubre de 2021

Mi bella dama

Con antelación a que la proyección privada de cada uno termine, tenemos la certidumbre de que no nos dejará solos en la oscuridad; ella nos estará esperando más allá de las mansiones verdes, de blanco y delgadita, para conducirnos de la mano a la butaca que nos corresponda en una sala desconocida. Tan gentil como siempre, se nos ha adelantado para conocer antes el protocolo de esos lugares y prepararnos el desayuno con diamantes que hemos deseado compartir con ella en muchos deprimentes amaneceres.
Porque Audrey se nos fue cuando su presencia era más importante que nunca, no tanto encarnando a inolvidables personajes, sino siendo ella misma, en el papel que más le agradaba interpretar. Sabía de primera mano lo que era el hambre, y dedicó sus fuerzas, ya declinantes, a intentar combatir la plaga a cambio sólo de la sonrisa de los niños. No necesitó recurrir de nuevo a una banda de proscritos para hacer el bien, porque contaba con el beneplácito de todos. “La otra Hepburn”, la llamaban algunos para evitar confusiones, sin que el apelativo constituyera una comparación o un descrédito para ninguna de las dos huesudas y voluntariosas damas. Audrey, como Kate veinte años atrás, revolucionó los cánones del estilo femenino en el cine, que se estaba acostumbrando a volúmenes corporales cada vez más opulentos. Muy pronto se ganó un lugar especial en la historia del séptimo arte, sección inocencia y ternura, negociado de cenicientas y desvalidas; pero ella era capaz de resistir los temporales y reponerse de los más graves accidentes, de guiar su carrera con mano muy firme, atenta siempre a evitar lo que pudiera per-judicarle, con característica elegancia y aristocrática desenvoltura.
La sustancia que le faltaba a su anatomía la puso en los diferentes pape-les que escogió con cuidado: variados, pero equilibrados por su sofisticado toque y con el factor común de estar hechos a su medida, tal y como le sentaban los modelos de Beaton o Givenchy, tan unidos a su recuerdo como aquella maravi-llosa cara de ángel pícaro que le puso rostro a la victoria. Filmografía de Audrey Hepburn (1929-1993) 1948: "Nederland in 7 Lessen" Huguenot van del Linden y H.M. Josephson 1951: "One Wild Oat" Charles Saunders 1951: "The Lavender hill Mob" (Oro en barras) Charles Crichton 1951: "Young Wives' Tale" Henry Cass 1951: "Laughter in Paradise" (Risa en el paraíso) Mario Zampi 1951: "Nous irons a Montecarlo" (Americanos en Montecarlo) Jean Boyer 1952: "Secret People" Thorold Dickinson 1953: "Roman Holiday" (Vacaciones en Roma) William Wyler 1954: "Sabrina" (Sabrina) Billy Wilder 1956: "War and Peace" (Guerra y paz) King Vidor 1957: "Love in the Afternoon" (Ariane) Billy Wilder 1957: "Funny Face" (Una cara con ángel) Stanley Donen 1957: "Mayerling" Anatole Litvak (TV) 1959: "Green Mansions" (Mansiones verdes) Mel Ferrer 1959: "The Nun's Story" (Historia de una monja) Fred Zinnemann 1960: "The Unforgiven" (Los que no perdonan) John Huston 1961: "The Children's Hour/The Loudest Whistle" (La calumnia) William Wyler 1961: "Breakfast at Tiffany's" (Desayuno con diamantes) Blake Edwards 1963: "Charade" (Charada) Stanley Donen 1964: "My Fair Lady" (My Fair Lady) George Cukor 1964: "Paris When It Sizzles" (Encuentro en París) Richard Quine 1966: "How To Steal a Million" (Cómo robar un millón y...) William Wyler 1966: "Two for the Road" (Dos en la carretera) Stanley Donen 1967: "Wait Until Dark" (Sola en la oscuridad) Terence Young 1971: "A World of Love" Clark Jones (Documental de UNICEF) 1976: "Robin and Marian" (Robin y Marian) Richard Lester 1979: "Bloodline" (Lazos de sangre) Terence Young 1981: "They All Laughed" (Todos rieron) Peter Bogdanovich 1986: "Directed by William Wyler" Aviva Slesin (Documental) 1987: "Love among Thieves" (Compañía de ladrones) Roger Young (TV) 1989: "Always" (Para siempre) Steven Spielberg http://www.imdb.com/name/nm0000030/

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